domingo, 28 de junio de 2009

DEBEMOS DEFENDER EL ESTADO DE DERECHO Y LA TAREA COMIENZA EN EL ESTADO


Bagua, Sicuani, Andahuaylas, La Oroya, son provincias que en este momento vivieron y viven serias agitaciones y movilizaciones por distintos temas sociales y económicos, las mismas que tienen en común, el objetivo de crear inestabilidad mediante presiones de orden violento que buscan colocar asuntos de orden regional en la agenda nacional y obtener de ese modo finalidades políticas en conjunto con oscuros intereses, saltándose (de ahí la gravedad del asunto) los canales adecuados de comunicación y de ejecución que un Estado de Derecho debe ofrecer con eficiencia para que sus ciudadanos a través de los procedimientos adecuados vean atendidas necesidades de carácter local y/o regional de manera planificada y oportuna. Estas movilizaciones crean caos, desorden publico interno y estos elementos se convierten en caldo de cultivo de organizaciones políticas que buscan demoler nuestra legalidad y ser protagonistas de acciones antidemocráticas que los peruanos no deberíamos olvidar y menos ayudar a consolidar.

Todo esto no ocurriría si dichas provincias y sus organizaciones sociales tuvieran al frente interlocutores válidos y capaces que realicen una labor de prevención real previa y que del mismo modo conozcan y desarrollen mecanismos de participación y dialogo y que versados en la gestión gubernamental puedan implementar acuerdos y salidas viables, legales, con contenido económico, social, las que de manera creativa tengan a la inclusión como principio y que hagan respetar el Estado de Derecho y en consecuencia la dignidad de las personas. Eso siempre saca del juego a los agitadores.

Es necesario realizar una crítica a nuestros actuales poderes del Estado, que ante situaciones extremas como la ocurrida en Bagua, han mostrado plenamente su incapacidad y desidia extremas las que han producido las consecuencias ya por todos conocidas.

Desde el Poder Ejecutivo y sobre todo desde la Presidencia de la República; donde el Presidente deja de lado la investidura y sus funciones constitucionales para dar paso una vez más a una personalidad megalomaniaca del convertido obseso que solo cultiva su propia presencia en el escenario político nacional y cuando le sale el internacional y que en un atrevimiento soslayado por su inmunidad de manera irremediablemente inconstitucional se permitió “olvidar” que toda persona es igual ante la ley, reseñando su inconsistente discriminación al mencionar la existencia de ciudadanos de segunda clase, como inválida excusa frente a su demostradísima incapacidad para sosegar los ánimos de las comunidades indígenas y poder así retomar el dialogo. El principal pirómano y agitador social termino siendo el que cayo en el juego poniéndose al mismo nivel de los revoltosos por propia mano y omitiendo su papel director y central de gobernar. Su inestabilidad personal ligada a su impulsividad y una oratoria efectista pero vacía llevaron a la muerte al menos a 36 personas, por su falta de sentido de oportunidad, de tino y exceso de arrogancia política. Pero al ser constitucionalmente irresponsable, es a otros a quien les toca asumir sus responsabilidades políticas. Cuando retoma la cordura política es tarde ya la sociedad comienza a tomar posiciones polarizadas que de esa manera le hacen el juego no solo a sus enemigos, sino a los que no quieren un Estado Democrático. Su falta de mirada organizativa, conciliadora, política, de estadista, esta vez no pudo ser escondida por su oratoria sofista.

En el Poder Ejecutivo; tres ministros son responsables y por dignidad deberían haber hace rato ya renunciado, recomponiendo el gabinete y evitando una crisis política:

SIMON por su inacción y falta de prevención, de decisión, por no abrir el panorama a otros interlocutores sociales de las comunidades indígenas, y por tener organismos como la Unidad de Análisis y Prevención de Conflictos Sociales que se portaron de manera lenta y sin dirección como medusa en la corriente y cuya reorganización debería ser declarada inminente.

CABANILLAS, porque su prepotencia, desorden, desconocimiento e intolerancia solo pueden ser comparados con su sed de poder y figuración y por pensar mas en un Ministerio del Interior represivo, sin estrategias, planes, ni logística y cuya finalidad de velar por el Orden Interno solo termina siendo letra muerta en manos de funcionarios y burócratas inadaptados al cumplimiento de metas y absolutamente ciegos a sus índices de gestión completamente negativos.

FLORES ARAOZ; otro personaje olvidable cuya máxima aspiración es volverse presidenciable, y cuyos objetivos políticos a través del Ministerio de Defensa piensa rinden frutos para la creación de un carisma que genéticamente le ha sido negado. Sus inacciones causaron la muerte de varios policías secuestrados en una lejana base de bombeo en Amazonas. Sus interminables mecidas tienen al personal de las Fuerzas Armadas mas descontento que nunca, y con la moral muy baja, situación inadmisible para tropas de cualquier Estado serio, sus gestiones para el reequipamiento y modernización de las Fuerzas Armadas han sido de los mas pacientes y lentas, olvidando que frente a él tiene un escenario internacional que día a día muestra agresividad creciente y frente a lo cual solo señala frases adornadas y búsqueda mediática a fin de soslayar su irresponsable accionar.

El INDEPA copado de compañeros funcionó siempre como sucursal del partido aprista y no merece mas comentarios que su reorganización integral y cambio urgente de los “funcionarios” que lo dirigen.

En el Congreso:
Nuestro Congreso plasmo después de la tragedia de Bagua una de las mejores representaciones de la escuelita a las que nos tienen acostumbrados ciertos programas cómicos los Sábados por la noche. Personajes bien elegidos por supuesto, legalmente incuestionables, pero que hicieron del “Uyuyuy provocador” y de la cachita amenazante la mejor herramienta legitimizadora de los desordenes frente a los espectadores. Pensaron tomar parte en uno y otro lado, olvidando que como representantes de la gente, de la patria y del Pueblo, primero debían pensar en el país, y de esa manera avocarse a la paz y al dialogo y no a la diatriba y la pataleta. Hay que recordarles sus deberes de representación y sobre todo el juramento de proteger nuestro Estado de Derecho.

El Congreso no se mira en si mismo y no aprecia que la representación elegida se esta convirtiendo en nominal. Eso no se puede permitir. El Congreso debe dar muestras de seriedad y de altura, del mismo modo en este momento que la Legislatura acaba deben cada uno de ellos acercarse a sus regiones y empezar a tender políticas reales de acercamiento con la población y convertirse de una vez por todas en verdaderos canales de comunicación, tolerancia, dialogo y ejercer la representación buscando a través de la creación, mejora, adecuación, modificación de procedimientos que sirvan para canalizar la problemática de los espacios políticos asumidos y representados. Del mismo modo deben realizar las reformas orgánicas y electorales respectivas que permitan que la representación política se adecué a la dinámica del tiempo y también de nuevos aires de refresco político renovándose por tercios y mitades a los 3 años de cada régimen. Andan muy ocupados en el toma y daca, para sacar a veces legislación que solo sirve para imprimir mas páginas en “El Peruano”, tienen el deber de fiscalizar y al normar deben hacerlo consultando con los que van a encontrarse dentro de la esfera de influencia de la norma y analizando los supuestos de hecho y consecuencias jurídicas de los efectos de lo que vaya a ser promulgado. Esta vez se vio como nunca la lejanía y lo poco conectados que se encuentran los congresistas con la población. Anticiparse, preveer, seguir las reglas del juego, escuchar, tolerar son cosas que olvidan a veces los padres de la patria.

Los encargados de mejorar la comunicación entre la ciudadanía y el Estado son los congresistas y a esa tarea deben avocarse, antes que de otro lado aparezcan elementos trillados, negativos, desfasados y oscuros que sigan enturbiando las consciencias de más peruanos postergados y que solo saben de sus necesidades diarias y desconocen los errados esquemas de petición y escucha para la canalización de necesidades que compete al Estado atenderlas. La inacción e incapacidad del congreso deben dejar de ser excusas para los que no quieren vivir en democracia.

La oportuna renuncia de los Ministros hubiese aquietado las aguas, el dialogo se hace con las personas idóneas, Simon ya no tenia ni tiene piso. Cabanillas es un fantasma político, y la terquedad del presidente hace más vulnerable al Estado de Derecho. Hay una regla en política si no recambias ministros agotas la paciencia de la gente y en este país, hay personas que no saben el significado de lo que es paciencia, producto de la postergadísima reforma integral educativa que el país nunca ha implementado y que también el Congreso no impulso.

Nuestro Partido no votó por la derogatoria de los DECRETOS LEGISLATIVOS eso demuestra con hechos la necesidad de su presencia en la historia política nacional; pero esa derogatoria impulsada por el miedo e inconsecuencia de otras bancadas ha tenido como consecuencia el desorden y la agitación que venimos viviendo en otras provincias.

El Estado debe reorganizar sus instituciones y permitirse organismos mas democratizados, a través de organizaciones políticas abiertas a la gente, que plasmen en su misión esa impostergable y necesaria vocación de servicio que las haga mas representativas, es la única manera de reducir la distancia que impide hoy el dialogo y la comunicación hacia el ciudadano, no podemos permitir que existan más seres humanos postergados, con muchas necesidades y una población insatisfecha en lo elemental, lo que al final es caldo de cultivo de quienes adoran encumbrarse en el poder para poder establecer antidemocráticos métodos de su ejercicio. La tarea también es del Congreso, para todas las bancadas debe haber mas democratización y que ella permita con los mecanismos adecuados de representación y verdaderas toma de decisiones que ejecutadas hagan sentirse a todos los peruanos, ya que TODOS ellos son verdaderos ciudadanos de este país.

Como partido debemos dirigir nuestros objetivos a fortalecer el sistema democratico, demostrandole a la sociedad que somos una organización política capaz de canalizar dentro del marco legal las aspiraciones de quienes representamos, priorizando al país y tendiendo los puentes de comunicación, integración e inclusión para todas las sociedades intermedias que conforman el Perú, sino lo permiten tenemos voces de denuncia para quienes ponen trabas a nuestros objetivos constitucionales. Esto nos lo dice todo el tiempo nuestra doctrina, tenemos cuadros capaces de hacerlo, solo necesitamos más voluntad, cohesión y fuerza. Aún tenemos algo de tiempo. Nuestra labor es mantener y mejorar la democracia, no permitamos ni siquiera la aspiración del regreso de los que quieren tratar al Perú desde una dictadura.

Seiko Ibañez