La lideresa del PPC minimiza el papel del expresidente y atribuye a Kuczynski el mérito de haber puesto al país en el camino correcto.
Por Óscar Miranda
Es raro verla ahora en un segundo plano, de acompañante de un candidato que en otras circunstancias quizá habría sido un rival. Lourdes Flores explica qué le dijo Luis Castañeda para que se frustrara la alianza entre ambos, qué siente al ver a su exsocio Rafael Rey con los fujimoristas y por qué no piensa en 2016.
¿Pedro Pablo Kuczynski será mejor presidente que Luis Castañeda?
Estoy convencida de que Pedro Pablo es el mejor candidato.
Sin embargo, usted siempre quiso apoyar a Castañeda. ¿Fue porque no tenía ninguna otra opción?
No, mire, yo tengo todo el respeto por Lucho Castañeda y creo que tiene el mejor de los merecimientos para gobernar el país. La razón por la cual no llegamos a un acuerdo fue porque Solidaridad tenía un plazo mayor de tiempo para analizar sus perspectivas y nosotros estábamos en la urgencia de tomar decisiones.
Horas antes del congreso del PPC, usted habló con Castañeda. ¿Qué fue lo que él le propuso?
Me propuso llegar a un entendimiento pero trasladar a una fecha posterior los detalles de la forma de la alianza. Y eso me parecía muy impreciso para llevar a un congreso de más de mil personas, donde, además, la mayoría pedía ir solo.
¿No sintió en algún momento que Castañeda estaba muy sobrado?
No creo eso. Creo que son simplemente dos formas diferentes de afrontar el proceso electoral y de tomar decisiones en un partido.
¿Qué la indujo a proponer el apoyo a PPK? ¿La desesperación?
Nooo, ni mucho menos. Desde el final de las elecciones hasta el congreso del PPC tuvimos un sinnúmero de conversaciones y analizamos una serie de opciones. En el partido, la opción de ir con candidato propio era muy fuerte. La razón por la que yo no la secundé fue porque salíamos de una campaña tremendamente larga y hubiéramos lanzado una candidatura de último momento.
Hubiera sido un suicidio.
Hubiera sido una decisión precipitada. Iba a ser una candidatura insuficientemente forjada. Frente a ese debate, tuvimos varias conversaciones con Pedro Pablo y con sus voceros. Evaluadas las cosas, consideramos que era la mejor opción.
¿Ya definieron la distribución de la lista de candidatos al Congreso?
El tema está bastante avanzado; hay una comisión que viene desarrollando los detalles. Ha sido relativamente sencillo que cada grupo político exprese dónde siente que tiene una participación. Yo tenía un acuerdo del congreso del partido en el sentido de que el PPC tendrá representación en todas las regiones.
Antes de que el PPC se sumara a esta alianza, César Acuña dijo que, por la fuerza de su partido, a ellos les correspondía el 50% de la lista.
Acabo de estar en Trujillo y he visto un enorme dinamismo en Alianza Por el Progreso. César Acuña es un líder regional que ha ido adquiriendo una expresión nacional, con una fuerza política emergente que, siendo joven, tiene la capacidad de convocar cuadros de alcance regional. Por supuesto que va a tener un peso muy importante, y se lo merece.
Es evidente que él se siente muy seguro de su peso. Como le digo, había pedido el 50% de la lista.
Mire, ¿qué negociación no comienza diciendo “yo tengo derecho al 100%”? Lo importante es que el grupo de trabajo ha avanzado a una velocidad inmensa. Creo que el trabajo está prácticamente terminado.
¿Habrá renovación en los espacios que le corresponden al PPC?
A ver, creo que van a ir a la reelección casi todos (los congresistas), pero va a haber espacio suficiente como para que, por ejemplo, en Lima haya dos tercios de nuevas caras y solo un tercio de repitentes.
Lo que suele ocurrir siempre es que las nuevas caras van al final.
No, este es un tema que el partido va a definir con inteligencia. Nuestros candidatos se van a elegir en un plenario nacional, para el cual el 18 de diciembre se elegirán delegados. Estoy segura de que uno de los criterios que tendremos será la capacidad de intercalar las figuras nuevas y las figuras antiguas.
¿Qué siente al ver a Rafael Rey de nuevo con el fujimorismo?
Yo no juzgo nunca la conducta de las personas. Es posible que él sienta que en estas circunstancias está volviendo a una visión que él transmitió en los noventa: hubo en el Perú quienes consideraban que se necesitaba una cierta dosis de autoritarismo, una ‘democradura’. Yo siempre estuve en contra de eso, por esa razón no respaldé al fujimorismo.
¿Cree, como Mauricio Mulder, que volvió a sus raíces?
Yo no juzgo pero sí, efectivamente, (Rafael) vuelve un poco a lo que lo hizo distanciarse de alguien como Mario Vargas Llosa, porque consideraba que la combinación de apertura económica y autoritarismo no era una mala fórmula. Hubo quienes pensamos que la apertura económica y el orden fiscal eran fundamentales, pero que de ninguna manera había que sacrificar el orden institucional y la democracia.
¿Qué representa Keiko Fujimori en esta campaña?
Representa a un elector que mira con gratitud la obra de (Alberto) Fujimori, que cree que fue un buen gobernante y que dice “vamos a agradecérselo dándole la oportunidad de gobernar a su hija”.
¿Está capacitada para gobernar?
En general, si miramos el fujimorismo en su idea primigenia, que es libertad económica y autoritarismo, creo que no debería tener nada qué hacer en el Perú. Siento que es un proyecto cuya idea central es la reivindicación de Alberto Fujimori y nada más. Es una añoranza del pasado más que una mirada al futuro.
En la campaña municipal, Toledo la apoyó públicamente. ¿Le hubiera gustado aliarse con Perú Posible?
Es una de las opciones que barajamos, pero es claro que Toledo intentará jugar más un rol de centroizquierda, con un discurso que intente captar a otros sectores para luego gobernar con sensatez. Él ha trazado su propio camino y yo le deseo la mejor de las suertes, pero nuestra opción ha demostrado gran capacidad de concertación, una visión nacional interesante, rostros emergentes en la política. Nuestro sancochado tiene mucho más novedad que la chakana de Perú Posible.
Algunos dirán ¿por qué votar por el exministro cuando puedo votar por el expresidente?
Mejor es darle la oportunidad a alguien que no ha tenido la posibilidad de estar en la presidencia de la República pero que ha demostrado, en el Estado, lo que sabe y lo que hace. Mejor es dársela a quien hizo la tarea, a quien desarrolló el plan económico, a quien le dio la orientación que el Perú necesitaba al iniciar una recuperación democrática. ¿Quién es Kuczynski? Kuczynski es el que hizo posible aquellas cosas buenas del gobierno de Toledo que nos han enrumbado hacia adelante.
¿Toledo debería agradecerle a Kuczynski por su éxitos económicos?
Yo creo que se lo agradece, lo que pasa es que le ocurre lo que a Fernando Belaunde con quienes habían sido sus ministros: que no los imaginaba como capaces de competir con él.
Mercedes Aráoz fue ministra de Economía como Kuczynski. Habrá quienes crean que son similares.
Pero ‘Meche’ es la candidata del Apra. Hay quienes miran con simpatía a este gobierno, y yo no dejo de reconocer que el Alan García II ha sido definitivamente mejor que el Alan García I. Pero creo que el Perú necesita algo distinto al Apra para los próximos cinco años.
¿Cree que con Aráoz en la presidencia gobernaría Alan García?
Gobernaría el Apra. Con mayor razón si quien aspira a estar en una suerte de ‘kirchnerismo’ local es el doctor García. No, al doctor García le corresponde descansar cinco años. Y prepararse, si –como parece– aspira a estar en 2016. París no le hizo mal. Un descanso cinco años fuera del gobierno tampoco le hará mal.
¿Y usted será candidata en 2016?
¿Usted cree que al día de hoy, 11 de diciembre de 2010, después de una tenaz batalla de meses –¡que no he ganado!– eso pasa por mi cabeza? Dejemos la palabra “candidatura” guardada en un archivo. Ya veremos qué cosa nos depara el destino.
¿No siente la necesidad de sacarse el clavo y ganar una elección que no sea parlamentaria?
(Risas) Sí, cómo no, tengo la sensación de haber puesto esfuerzo y no haber concluido una victoria. Pero tengo, simultáneamente, una enorme serenidad y gratitud. ¿Qué tiene el destino deparado para mí en un país tan cambiante? Es difícil saberlo. Que Dios disponga en nuestras vidas qué es lo mejor.
domingo, 12 de diciembre de 2010
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